
Más derechos para los hogares que producen electricidad limpia. La Unión Europea ha alcanzado un acuerdo definitivo sobre la política de renovables de aquí a 2030. El compromiso, pactado entre la Eurocámara y los Gobiernos nacionales, eleva del 27% al 32% la cuota obligatoria de consumo energético procedente de fuentes renovables. Pero además prohíbe a los Estados miembros imponer tasas o cánones a la energía autoconsumida. Es decir, supone el entierro definitivo del denominado ‘impuesto al sol’ aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2015, que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya ha anunciado que pretende derogar.
Por lo que se refiere a la energía autoconsumida, la que no se vierte a la red, la norma establece que no se le podrá aplicar ningún tipo de tasas o cánones. Este principio está garantizado hasta diciembre de 2026. A partir de esa fecha, la regla general sigue siendo la prohibición del impuesto al sol para todas las instalaciones de menos de 25kW. Un umbral que cubre la mayoría de los casos, si se tiene en cuenta que en un hogar medio español la potencia contratada es de 5kW. Los Gobiernos querían rebajar el tope hasta 3kW, pero finalmente se han impuesto las tesis de la Eurocámara.
Hay otras dos excepciones en las que los Gobiernos podrían imponer tasas a la electricidad autoconsumida, eso sí, siempre después de 2026. En primer lugar, si el particular recibe algún tipo de ayudas públicas, siempre y cuando los cánones no socaven la efectividad de esas subvenciones. En segundo lugar, si la cuota de autoconsumo en un país supera el 8% de la capacidad total de electricidad instalada, el regulador debe hacer un análisis de mercado. Si la conclusión es que la sostenibilidad del sistema está en riesgo, podría introducir alguna forma de ‘impuesto al sol’.